El mes de agosto ha sido prolífico en descubrimientos relacionados con la formación y exploración exoplanetaria. Aquí van 5 noticias destacadas al respecto:
1.- La estrella más cercana al Sol tiene un planeta como la Tierra.
Como suena. La estrella más próxima a nuestro Sistema Solar, Proxima Centauri, tiene un planeta probablemente rocoso orbitando a una distancia de esta enana roja tal que podría albergar agua líquida en su superficie, según un trabajo publicado por el investigador Guillem Anglada-Escudé y el equipo de Pale Red Dot. Hay varias puntos impresionantes en este hallazgo, pero el principal es que esta estrella se encuentra a tan solo 4 años-luz de nosotros. La habitabilidad del planeta aún está en cuestión y ya hay algunos trabajos dedicados al estudio de la misma. De hecho, estos trabajos concluyen que Proxima b es un “viable candidato a planeta habitable”. Sin embargo, en estos temas siempre es bueno ser cauto como lo han procurado ser los autores del descubrimiento. Necesitamos más datos sobre este sistema y ya se está buscando un posible tránsito del planeta por delante de Próxima Centauri, lo que permitiría determinar más propiedades del planeta (como su tamaño, densidad, y composición de su atmósfera). Estad a tantos a las noticias en las próximas semanas! 😉
- Nota de prensa en español de la ESO sobre el hallazgo
- Artículo en la revista Nature sobre el descubrimiento: Anglada-Escudé et al. (2016)
- Artículos sobre la habitabilidad de este planeta: Ribas et al. (2016) y Turbet et al. (2016).
2.- Observación directa de la región en la que se forman los planetas
El equipo de Lucas Cieza de la Universidad Diego Portales (Chile) ha sido capaz de observar dos regiones en el disco que rodea una estrella durante su formación (ver artículos 1 y 2 en EppSM) cruciales para entender la formación de sistemas planetarios en una estrella de la nube de Orión. En la región más cercana a la estrella, el agua se encuentra en forma gaseosa, mientras que en la externa se encuentra en forma de hielo. La separación entre ambas se denomina línea de hielo y su posición depende de cuánto brille la estrella. Sólo en la región externa, el hielo actúa de pegamento para los granos de polvo, permitiendo así que crezcan para terminar formando cuerpos de tamaño planetario. En este trabajo, se ha conseguido observar esta línea (ver vídeo abajo), permitiendo entender cómo varía con el brillo de la estrella. Esto nos da pistas de las distancias a las que dichos planetas pueden formarse y de como la evolución de la propia estrella en los primeros estadios de su vida afecta a la formación planetaria.
- Artículo original: Cieza et al., 2016, Nature, 535, 258–261
- Más información en español:
- Diario El Mundo: “La ‘línea de hielo’ que determina la formación de los planetas” por R. Bachiller
3.- Una remanente de supernova pudo cambiar el curso de la vida en la Tierra
Un equipo de científicos liderado por el Dr. Peter Ludwin de la Universidad tecnológica de Munich ha encontrado átomos de un isótopo de hierro que no se producen de forma natural en la Tierra. Estos han sido hallados en restos biológicos extraídos de sedimentos en el Océano Pacífico y llegaron a la Tierra hace entre 1,7 y 2,7 millones de años. Estos isótopos del hierro son solo producidos en los estallidos de supernova (que ya explicamos en esta entrada). Curiosamente, en la misma época, se produjo una suerte de catástrofe biológica en la que desaparecieron varios especies de animales. Sin embargo, los resultados no son determinantes en este sentido y más datos serán necesarios para corroborar si, de nuevo, un evento astronómico cambió el curso de la vida en la Tierra.
- Artículo original: Ludwin et al. (2016), PNAS,
- Más información en español:
- Diario El País: “La radiación de una supernova bañó a los primeros humanos” por D. Mediavilla.
4.- Venus pudo ser habitable hasta hace solo 700 millones de años
Mientras la vida se estaba empezando a desarrollar en la Tierra, hace unos 700 millones de años, existe la posibilidad de que nuestro vecino planetario, Venus, también podría albergarla bajo ciertas condiciones. El equipo de Michael J. Way (NASA/Goddard) ha realizado modelos climáticos del planeta vecino, concluyendo que dependiendo de su periodo de rotación (es decir, cuánto tarda en dar una vuelta sobre sí mismo) el planeta podría haber sido habitable hasta hace “tan solo” 715 millones de años. En la actualidad, Venus es literalmente un infierno, con densas capas de nubes de ácido sulfúrico y una atmósfera completa de dióxido de carbono en un 95%. Las implicaciones de este trabajo son importantes para el estudio de las condiciones en las que se puede desarrollar la vida en planetas extrasolares cerca del borde interno de la zona de habitabilidad, tal y como lo estaba Venus hace unos cientos de millones de años.
- Artículo original: Way et al. (2016), Geophysical Research Letters
- Ver también nota de prensa de NASA (en inglés).
5.- El último descubrimiento en la nebulosa de Orión
Orión es uno de los mejores bancos de pruebas que tenemos los astrofísicos para explorar la formación de las estrellas como nuestro Sol. El último hallazgo en esta región del cielo visible desde todo el planeta lo ha hecho un grupo liderado por Javier Goicoechea (Grupo de Astrofísica Molecular del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid) y consiste en la imagen de mayor resolución que tenemos del borde de esta nebulosa. Lo interesante de esta imagen es que nos muestra ciertas aglomeraciones de gas y polvo que podrían ser el paso previo a la formación estelar, proceso cuyo comienzo aún no es del todo bien comprendido. Esta es solo otra pieza más del puzzle pero proporciona un nuevo mecanismo por el que las estrellas pueden comenzar a formarse.
- Artículo original: Goicoechea et al. (2016), Nature Letters
- Ver también nota de prensa de Europapress (en español).
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